NO TEMAN SU GRANDEZA

“Cuando el viajero miró hacia atrás y vio que el camino estaba intacto, se dio cuenta de que sus huellas no lo seguían, sino que lo precedían.” Dice el artista chileno Alejandro Jodorowski.

En esta noche 29 de Agosto del año 2008, nos reunimos en este auditorio, todos convocados por el espíritu de nuestros ancestros que en los últimos meses nos ha venido sacudiendo desde dentro para que nos capacitáramos como promotores del desarrollo humano en medio de la población afrocolombiana en la ciudad de Cali a través de un diplomado que se ha denominado “Políticas públicas, Diseño y Formulación de Proyectos Sociales Enfocados a Afrocolombianos.”

Ante todo queremos agradecerle a Dios y al equipo coordinador de este diplomado que muy generosamente nos brindaron esta oportunidad tan valiosa de formarnos desde nuestra identidad y que hoy con esta ceremonia quieren manifestar que creen en nuestra capacidad de comprometernos cada vez más con la causa afro involucrándonos en la elaboración, la ejecución y la vigilancia permanente de las políticas públicas para las comunidades afrocolombianas en medio de toda clase de dificultades impuestas o emergentes.

A mis colegas graduandos, tenemos un desafío bastante grande frente al reto que acabamos de asumir durante estos meses en nombre de nuestras comunidades. Eso quiere decir, nos encontramos ante un compromiso sagrado ya que se nos confía la posibilidad de llevarle esperanza a miles de afrocolombianos y afrocolombianas en nombre de quienes hemos recibido esta capacitación y a quien le debemos el derecho de habernos beneficiado del mismo, porque MTU ASIYE NA KWAKE, AFADHALI KAMA HANGELIZALIWA, es decir más le vale no haberse nacido aquella persona que no se identifica con los suyos.

Es más, nuestros hermanos desde el África nos recuerdan que MWACHA MILA NI MTUMWA, -el que abandona su cultura es un esclavo-. Que viva la cultura en medio de nosotros y nosotras y ojala que podamos descubrir nuestra grandeza como pueblo afrocolombiano, hoy, mañana y para siempre.

Por eso les quiero compartir el siguiente pensamiento, NO TEMAN SU GRANDEZA; Hay muchos de nosotros que tememos nuestra grandeza y, así nos conformamos con mucho menos de lo que consideramos satisfactorio e importante. A veces estamos dispuestos a ser mediocres porque parecemos incapaces de mostrar esa sensación de orgullo interno y de tener un objetivo en la vida que nos permitirían ser grandes.

Después de semejante acompañamiento y formación que nos ha brindado este diplomado, no podemos seguir igual. Eso implica tomar en serio los compromisos que se nos han sido confiados en nombre de nuestras comunidades. Si lo único que hacemos en nuestros trabajos es ganarnos la vida, ir a trabajar porque es algo que debemos hacer sin remedio, pronto nos sentiremos vacíos y sin objetivo en la vida.

En el marco de este diplomado, se nos amplían las posibilidades de ser parte del problema social y político del pueblo afrocolombiano o de la misma manera ser unos de los que solucionen los conflictos y problemas que ello conlleva. Con algo tendremos que comprometernos.

Podemos trabajar nuestra perspectiva, rechazar toda autoimagen de grandeza y vivir por la vía más “segura” de ganarnos sólo la vida, pero yo les garantizo que así nunca experimentaremos la sensación de objetivo en la vida que deseamos tan desesperadamente.

No tenemos que ser unos revolucionarios sociales ni políticos para sentirnos plenos; pero tenemos un compromiso ético y moral de tener la sensación interna de hacer cosas que importan realmente. Y lo que “importa realmente” equivale a nuestra propia sensación de plenitud al colaborar para que este mundo sea un lugar mejor para algunos más si no es posible lograr que lo sea para todos.

Debemos confiar en la grandeza en nuestro interior. La mayoría nunca nos permitimos pensar en ella. Resulta amenazador recordar la necesidad de correr riesgos y de actuar en vez de hablar. En consecuencia, los individuos suelen huir de su propia grandeza. Si huye de su propia grandeza y opta por la rutina y por la sensación de ser una persona incapaz, es que teme usted en realidad su propia perfección como ser humano y se avergüenza de su identidad.

A nuestros bienhechores, coordinadores y coordinadoras del diplomado, nuestros maestros, y todos los que de una manera u otra nos acompañaron, no nos queda sino decirles, ASANTENI SANA NA MUNGU AWABARIKI es decir, muchas gracias y que Dios los y las bendiga. Gracias a ustedes que durante estos meses logramos formar una comunidad de sentido en torno a una mira hacia condiciones de posibilidad de una vida mejor para nuestros pueblos. Gracias a cada uno y a cada una de ustedes aquí presentes y que viva la cultura.

Munyiri Venanzio Mwangi. I.m.c. 29/ 08/ 2008.